Fases de una investigación jurídica: las lecturas exploratorias
La elaboración de una investigación dirigida a la culminación de una
Especialización, Maestría o Doctorado está rodeada de una serie de fases, las
cuales deben realizarse consecuencialmente a los fines de lograr objetivos
reales y efectivos.
La primera de estas fases es la constituida por las lecturas
exploratorias, las cuales permiten:
·
Ilustrar
al investigador sobre el estado actual de la cuestión.
·
Configurar
los conceptos básicos sobre el futuro tema a desarrollar.
·
Determinar
el tema a desarrollar.
Desde luego que las lecturas no pueden hacerse de una manera dispersa,
deben enfocarse en alguna área temática, bien sea procedimientos
administrativos, procesos judiciales, alguna figura jurídica específica,
protección de niños, niñas y adolescentes, contratos, mecanismos alternativos,
etc. Lo que no debe hacerse es leer un poco de todo, ello no es productivo
desde el punto de vista del trabajo especial de grado.
Retomando los objetivos a alcanzar con las lecturas exploratorias se
puede señalar que las mismas permiten, en primer lugar, ilustrar al investigador sobre el estado actual de la cuestión. Así
por ejemplo, se puede notar:
Que un tema ha sido objeto de numerosas investigaciones. Si esto es así,
se debe profundizar con mayores lecturas exploratorias a los fines de visualizar
un enfoque con un grado de innovación.
Contrario sensu, es posible determinar que el tema ha estado excluido
de los análisis por parte de los investigadores. Ello abre puertas de
investigación un poco más amplias pues al investigador tendría un mayor campo
de posible acción.
También se debe tener en consideración que las posibles áreas para
extraer el tema de investigación puede o no ser integrado con otros temas, y de
ello debe estar muy atento el investigador. Aunque un tema haya sido tratado de
forma abundante se debe considerar si el mismo puede ser analizado en contraste
con otra figura o en virtud de determinados principios doctrinarios,
constitucionales, legales, etc.
En segundo lugar, las lecturas exploratorias permiten configurar los conceptos básicos sobre el
futuro tema a desarrollar. En este sentido, existe una evidente conexión
con las bases teóricas de la investigación pues al desarrollar estas lecturas
el investigador puede percatarse de cuáles son los conceptos empleados por la
doctrina y la jurisprudencia cuando hace un análisis sobre un tema en
particular; normalmente estos mismos conceptos serán los que el investigador
debe emplear o sobre los cuales debe partir cuando inicia su propia
investigación.
El investigador puede percatarse de qué instrumentos jurídicos resultan
aplicables y qué enfoque reciben. Asimismo, cuales son los pronunciamientos
fundamentales por parte de los tribunales en esta materia. De todo ello debe
tomar nota el investigador. Es importante identificar la terminología propia de
la materia.
La conexión inmediata que existe entre las lecturas exploratorias y las
bases teóricas debe ser aprovechada al máximo por el investigador. En este
sentido, es recomendable que en la medida que las mismas se vayan realizando,
el investigador deber tomar nota de aquellas citas textuales que puedan ser
aprovechadas en el análisis respectivo, esto debe hacerse empleando las
comillas e indicando los apellidos del autor, año de la publicación y página,
en la parte final, indicar los datos completos de la publicación. En el caso de
artículos en revistas es recomendable indicar en las referencias el número de
página de inicio y de culminación del artículo. La omisión de esta
recomendación puede hacer que el investigador no recuerde de forma inmediata
dónde se encuentra señalado aquello que es útil para la investigación y ello es
una pérdida de tiempo productivo.
En esta fase de la investigación no es recomendable parafrasear nada, ya
que aún no está del todo claro cuál será el tratamiento final al tema en
particular, por ello es mejor hacer la recopilación textual. Asimismo, es
posible que algunas de estas citas no sean utilizadas directamente en la
investigación pero es mejor tenerlas a la mano en caso de ser necesario.
En tercer y último lugar, las lecturas exploratorias permiten determinar el tema a desarrollar. Pero
este es el resultado final de las lecturas exploratorias en el caso que el
investigador parta de cero. En la medida que las lecturas se desarrollan el
investigador va a tener una visión más clara del asunto.
Es importante que el investigador tome nota de las interrogantes que se
le planteen durante el desarrollo de las lecturas. Si bien, es posible que
durante una fase posterior de lecturas, las mismas interrogantes sean
dilucidadas y se formulen nuevas interrogantes. Ello es muy provechoso pues va
delineando de forma más fina el tema a tratar.
El investigador no debe sentir temor de tomar notas de las ideas que le
vayan surgiendo durante esta fase, así podrá discernirlas. Lo más probable es
que de allí se originen los objetivos específicos a desarrollar.
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